La supresión de plazas es una figura que la ley permite para poder prescindir de aquellos puestos que representan un gasto innecesario a la municipalidad. Pero solo se pueden suprimir aquellas plazas que no son parte de la atención de servicios cotidianos de la Alcaldía y además esta decisión debe ser antecedida por un informe técnico, financiero y organizacional. Sin embargo, en Intipucá lo que se ha dado son despidos bajo el pretexto de supresión, golpeando a los empleados que tienen plazas de menor salario y dejando intactas las plazas que representan un mayor gasto.
Otro aspecto de la supresión es que busca un ahorro, pero el promedio de salario de los empleados despedidos es de $400, mientras que los salarios superiores a $800 quedaron intactos. Otro factor a tener en cuenta es que se suprimen plazas que no pueden suprimirse, como por ejemplo los empleados de aseo de calles; decir esto es porque los ciudadanos pagan una tasa por ese servicio, por lo que es ilegal ese acto y recae en un despido de hecho.
No se entiende como una alcaldía que es pequeña y ahora con menos empleados mantenga sin suprimir plazas innecesarias como es la de gerencia que representa una erogación de $1,000.00 o la de encargado de llaves que mantiene su plaza con un salario de $600. Además, se han despedido empleados con enfermedades crónicas y empleados con algún grado de discapacidad, que también son despidos ilegales y pueden pelear su reinstalo.